La atracción y
ambición por el oro no es nada nuevo, se sabe que la edad de oro inició hace 6 millones de años, antes de nuestra
era. En el principio era utilizada como ornamento sencillo en brazaletes,
anillos o collares. Todo parece indicar que sus propiedades como la resistencia
al fuego, su brillo perpetuo aun en
condiciones adversas y su maleabilidad lo convirtieron en el metal más
codiciado, y aun hoy se usan para aludir a parábolas o frases celebres.
Se sabe que los
romanos lo emplearon como moneda para el pago de impuestos, el cual era
extraído de diferentes partes de Europa y Asia.
Aunque decayó su apogeo
industrial entre el siglo V y el VIII, se renueva su explotación y comercio
luego de la invasión árabe a Europa. Mas recientemente la historia del oro demuestra que la región de Sur África dominó la
producción de oro en el mundo en todo el siglo XX. Entre 1900 a 1979 se
extrajeron 36,250 toneladas métricas de oro, lo que representa el 75% del total
producido mundialmente.
A la sombra de la explotación minera, emergieron
ciudades de invasores que desde Europa llegaron a América para comprobar la
riqueza del oro escondida en estas tierras dando lugar a la famosa leyenda entre
otras de El Dorado.
Este acontecimiento constituyó el inicio de una era
de saqueo y dominio, que dio lugar a sucesos económicos políticos y sociales
importantes en América que proveyó de oro a las metrópolis europeas durante el
Mercantilismo.
De hecho, durante el siglo pasado, el oro fue
instituido como respaldo de las economías del mundo, determinando una cantidad de oro para fijar el
valor de la unidad monetaria.
Sin embargo esta modalidad fracasó debido a los
crecientes gastos causados por la Primera guerra mundial que exigió mayores
cantidades de papel moneda, sin respaldo en oro. Luego de la Segunda guerra
mundial, la conferencia de Bretton Woods crea el Fondo Monetario Internacional
y se reimplanta el patrón Oro, el cual estuvo vigente hasta la década de los
setentas.
No obstante las amenazas surgidas por la guerra fría
y la inestabilidad en África, principal productor de Oro, los intereses
geoestratégicos de Occidente frente al poder Soviético, impuso la necesidad de
revertir el patrón, para sustituirlo por el papel moneda. Actualmente las
reservas monetarias en oro, continúan vigentes, las cuales están resguardadas
en los Bancos centrales de cada país y la reserva Federal norteamericana, junto
a cierto monto de dólares que varían de país a país.
En los últimos años sin embargo, dada la
vulnerabilidad del papel moneda y el alto endeudamiento interno y producción de
dólares sin respaldo de la Reserva Federal norteamericana, algunos organismos
financieros mundiales han pensado en la posibilidad de retomar el patrón oro.
A la larga, tal posibilidad ha disparado la
explotación minera de oro en el mundo, dada su solidez, lo que ha provocado la
inflación del metal precioso.
Es decir, acumular oro es más seguro que acumular
dólares o euros los cuales se encuentran en franca decadencia y desconfianza.
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