Geoconomía: la guerra de las corporaciones

El término fue acuñado en años recientes por el norteamericano Edward Luttwak y el francés Pascal Lorot para referirse al “estudio de los aspectos territoriales, temporales y políticos de los recursos y las economías”, esta disciplina se subdivide de la Geopolítica aunque su campo de ac

ción sea sutilmente distinto pero relacionado. Con frecuencia se le asocia equivocadamente a la Geografía económica la cual estudia la estructura y situación económica del mundo o de un Estado, en tanto que la Geoeconómica se enfoca particularmente a los recursos que van de las materias primas, naturales, renovables, no

renovables y fuerza de trabajo, en términos del territorio, tiempo y situación política.

En Geopolítica tanto como Geoconomía, el rol del Estado es de primer orden para conseguir los fines económicos, mediante el control de los recursos de otros países, para beneficiar particularmente a las corporaciones.

A diferencia de las guerras convencionales, las estrategias geoeconómicas se diseñan desde los buros de las grandes corporaciones mediante la ayuda del Estado sin disparar un solo tiro.

Esta disciplina fue progresivamente emergiendo, en particular, gracias a la globalización económica caracterizada por la liberación de los mercados, reducción de barreras arancelarias, modernización de la industria y de las estructuras económicas, la liberación e integración de mercados financieros y los rápidos cambios tecnológicos.

Los antecedentes de dichas corporaciones datan del siglo XIX en las ramas de la industria de acero, ferrocarriles, petróleo, telégrafos, época en la que empezaron a influir, aun vigente, en el curso de los acontecimientos de los países, aun vigente.

Algunas fuentes como la revista Fortune, Fondo Monetario Internacional y Organización Mundial del Trabajo, dan cuenta que las 500 corporaciones del mundo, ( 68% de las cuales están concentradas en EEUU y Europa) han aumentado sus ingresos de $ 11,433 millones en 1996 a $ 29, 900 en 2006, pasando de un 38 a un 43% de participación respecto al Producto Interno Bruto Mundial. De hecho, el total de ingresos de un año son mayores que el PIB de la Unión Europea o de Estados Unidos y todas ellas emplean a 53 millones de trabajadores, (100,000 en promedio cada una). Las 500 corporaciones, que representan una cuarta parte del total acumulan el 65.7% de las ventas y el 74.5% de los beneficios, especialmente en las ramas de industria manufacturera y servicios, equivalente al 81.6% del total. (Sanchez, 2008)

Entre ellas, no puede ignorarse la tremenda influencia de la banca mundial en los acontecimientos actuales. Los bancos que antes financiaban proyectos de inversión o comerciales se han convertidos en agentes de un casino mundial. Actualmente las inversiones financieras, que antes eran equivalentes al PIB mundial, ahora son cuatro veces mayor.

Los medios masivos de comunicación de origen norteamericano y europeo, también ejercen importantes influencias en el curso de los acontecimientos políticos y económicos mediante el uso de la desinformación y manipulación de los sucesos

En otras palabras, detrás de la desestabilización a gobiernos, campañas mediáticas están los tentáculos de las transnacionales en esta compleja guerra de las corporaciones.